
Si le preguntas su nombre él te responderá algo tímido: Gumer, Gumersindo. Para las fiestas que lo invitan lleva siempre un chaleco negro que su mamá le plancha y que lo obliga a llevarlo porque para ella se ve hermoso su hijo, como un caballerito. Gumersindoo, Gumersindoo, lo llama cuando anda mataperreando con sus amigos. Quizás no la escuche si está en la cueva de los indios, porque en fin Gumer, Gumersindo es un niño de este tiempo, finamente fabulado por su autor, Luis Carlos Suárez, quién de los muchos oficios ha escogido uno grato, pero difícil, el oficio de escribir para los niños. Y ahora con esta publicación, del año 2017, El muchacho del chaleco negro libro de la Editorial Oriente, viene a recordarnos que la infancia puede ser feliz, basta estar rodeada de amor.
La historia es toda una aventura de amor, nada tan puro como cuando esos sentimientos nacen en el corazón de los adolescentes, y si al final nos conmueve sin importar la edad que tenga el lector, entonces podemos hablar de eficacia literaria, de un escritor que siempre apunta directo a diana, ejemplos sobran: Claro de Luna, Las mentiras del rey Arturo, El capitán de las arenas, El caballero de los pájaros, La loma de los gatos, Las ratas del paraíso y tantas publicaciones de quien por seguro es uno de los mejores escritores para niños de este país.
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En el libro El muchacho del chaleco negro la realidad es fabulada como la suavidad del vuelo de las mariposas, el humor es utilizado para la construcción de los personajes y el contexto que viven. Una historia de amor entre dos adolescentes que se encuentran en una fiesta, la casualidad tiene un peso trascendental para los dos: “Gumer solo tenía ojos para ella, al entrar lo miró y le hizo el mejor de los regalos, su sonrisa. Todo alrededor dejo de existir…” Este amor se va construyendo con las nuevas sensaciones de Gumersindo, sus cambios como adolescente al ir venciendo sus miedos e inseguridades y la alegría por tener su primera novia.
Es esencial en este libro la construcción de la cotidianeidad de manera precisa y significativa, con la intensión de mostrar las diferentes aristas de la vida de Gumersindo para no solo caracterizarlo como personaje, sino también para brindar al lector una imagen más completa de la vida de una generación en un pueblo de provincia. Por último, la solución del amor entre Gumersindo y Estrellita, muestra la complejidad de la vida, las problemáticas sociales de la cual los personajes no pueden escapar. Queda de esta noveleta para niños una enseñanza implícita, el amor nos ayuda a crecer, a vencer nuestros propios obstáculos, a veces son los más difíciles. El amor puede ser nuestro refugio, cuando viene acompañado del cariño de una madre; puede ser una aventura cuando los amigos nunca se traicionan; puede ser inolvidable cuando el primer beso te estremece. El muchacho del chaleco negro un libro hermoso de Luis Carlos Suárez.