
Tuti tiene 9 años y seguramente esta será una de las ferias del libro más inolvidables, porque seguro vendrán otras. Pero en esta, el padre de Tuti, el escritor Omar Stainer inicia una serie de historietas con su nombre y con él como personaje. El primer volumen que se presenta en esta feria se titula Tuti conoce a Frank País, publicado por la Editorial Capitán San Luis. Dice Omar que nunca había hecho historietas, esta es la primera, pero ya entregó dos más. “Es una serie que ya tiene Tuti conoce a Frank País, después a Vilma, y después a Mella“.
“Nunca había hecho una historieta y gracias a la editora Olivia y a la Editorial Capitán San Luis me aventuré en este género, y realmente me ha gustado mucho. Algunas personas pudieran pensar que escribir para niños es fácil, pero es todo lo contrario“.
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Me explica Omar que en el libro le va narrando historias de Frank País a Tuti. Se lo va presentando. El niño también participa en algunos momentos en las historias, en su imaginación.
Dice Omar que “la historieta es diferente a otro tipo de literaturas, porque cuando escribe una novela describe para que el lector se represente en su imaginación lo que está narrando. Sin embargo, en la historieta tiene que describirle al ilustrador la escena que quiere representar”.
Omar es de los que afirman que los escritores tienen una obligación impostergable con contar la historia. “Debemos contar la Historia, pero reinventarnos la manera de contarla. Y los niños son un público que necesita conocer la historia de su país“.
“Hay un detalle que me gustaría resaltar. El personaje de Tuti es mi hijo. Esto me facilitó por una parte el proceso creativo porque solo tenía que pensar y recordar mis interacciones con mi hijo quien en ese momento tenía siete años. Pero eso me trajo un inconveniente, pues mi niño es muy especial y realmente hace planteos discursivos que a veces no corresponden a un niño de su edad. Por ese motivo, a veces algunas personas pueden creer que el diálogo es exagerado y que no corresponde a un niño de siete años, pero puedo asegurar o que fueron reales o que perfectamente pudieron serlo“.
“Y eso me lleva a defender una premisa que aprendí en mi carrera Psicología. Los niños son niños porque han vivido pocos años, pero intelectualmente son perfectamente capaces de evaluar las conductas humanas, hacer conclusiones”. “Te pongo un ejemplo, un día él niño se puso a leer el libro Pasajes de la guerra revolucionaria mientras estaba en el baño. Y de inmediato, después le dijo a la madre: En la guerra junto a Fidel habían dos Raúl Castro, uno era Ruz y el otro Mercader“.
“Ese tipo de conductas te impone un reto de siempre estar bien informado, y cuando no, buscar rápidamente en internet una respuesta que tal vez él ya sabe. Y así, como Tuti hay miles de niños en nuestro país, seres bien despiertos quienes quieren conocer la historia de nuestro país, solo tenemos que contárselas en sus códigos“.
“Hubiese querido hacer una historieta más tecnológica. Ahora está de moda agregarle códigos QR para que a través de ellos se pueda acceder a otras informaciones multimedias alojadas en internet, pero no fue posible. Sin embargo, no renuncio a hacer un proyecto que se parezca más a estos tiempos“.
Por último, te diré que me esforcé todo lo que pude por mostrar a un Frank en todas sus etapas, muy real, muy humano, muy cercano a quien debió ser en realidad. La historia debe ser contada, pero sin artilugios ni exageraciones innecesarias“.
En un momento de la historieta, dice Omar, el Tuti le pregunta al narrador si Frank es un superhéroe; y no responde. Pero el niño llega a la conclusión de que sí lo era, uno de carne y hueso.