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Discurso en el Acto por el 59 aniversario de la Biblioteca Provincial Elvira Cape

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    Palabras inaugurales a cargo del Dr. C. Giraldo Setién Alvarez

    Es un privilegio para una institución llevar a cabo la recordación y celebración de fechas que marcan la vida de las mismas, así como de las personas que las habitan; y este es el caso de la Biblioteca Provincial Elvira Cape, insigne institución cultural centenaria, que cuenta en su historia momentos de refundación y renacimiento. El primero, el 12 de febrero de 1899, cuando a partir de aquella genial idea de Don Emilio Bacardí, secundado por su esposa Elvira Cape y su amigo José Bofill Cayol, se funda el Museo Biblioteca en la Calle Santo Tomás. El destino de la Biblioteca era uno con el del Museo y así pasaron a la Calle San Pedro, esquina San Francisco, luego a la Calle Enramadas, en el edificio contiguo al Teatro Oriente, hasta que en 1927 se dio la separación de las dos instituciones, al inaugurarse en el primer nivel del edificio del hoy Museo Provincial Emilio Bacardí, la Biblioteca Municipal Elvira Cape. Muchas historias atesoradas durante esos años se tejen en la impronta de cada uno de los Directores de la Biblioteca; la falta de visión de algunos sobre la importancia crucial de este tipo de institución cultural; así como el espacio angosto para un franco crecimiento.

    Esa es la realidad que encuentra la naciente Revolución Cubana en 1959; momento a partir del cual se suceden grandes cambios en las estructuras de poder y en la institucionalidad del país y es por ello que no podemos dejar de mencionar la creación del Consejo Nacional de Cultura y años más tarde, la Dirección Nacional de Bibliotecas.

    A partir de la concepción revolucionaria de la masificación de la cultura, de la posibilidad del acceso de todos a la misma, es valorada la Biblioteca como institución primordial para la elevación de la cultura a sus más altos peldaños. Es así como, luego de varios análisis y estudios, se decide el traslado de la institución al actual edificio donde nos encontramos hoy, joya arquitectónica, obra del Arquitecto Rodulfo Ibarra, que había sido inaugurada como Sede de la Sociedad de la Colonia Española en 1956. Flamante edificio que con su readaptación paulatina fue acogiendo las diferentes Salas y servicios de la institución bibliotecaria.

    Fue preparado el acto inaugural y fijado para el 9 de diciembre de 1963, pero por algunas causas fue pospuesto y llevado a cabo finalmente el 19 de diciembre, pero de forma diaria, el periódico Sierra Maestra anunciaba el trascendental hecho del acto. Con la presencia del Dr. José Antonio Portuondo, Rector entonces de la Universidad de Oriente y de la Dra. Zoila Ibarra, profesora del Alma Mater oriental y directora de la Biblioteca, se lleva a cabo finalmente la inauguración, la que trascendió a todos los medios de prensa provinciales y nacionales.

    La nueva Biblioteca Elvira Cape, a partir de ese momento, Biblioteca Provincial de categoría I, comenzó a desempeñar, con la concepción del hombre nuevo de la Revolución, un papel fundamental en el desarrollo, promoción y propagación de la cultura en la ciudad y siempre con trascendencia a escala nacional. Conciertos, exposiciones, relaciones con las Embajadas del bloque de países socialistas, con las que se realizaban múltiples eventos, festivales… todo desde la “Elvira Cape”, una verdadera meca de la cultura, trascendiendo al vetusto concepto de las Bibliotecas como almacenes de libros, ya desde los albores de la década de los sesenta del siglo veinte.

    Más adelante, la Biblioteca se perfila como sitio idóneo para la creación de Círculos de Interés, grupos de teatro y un exitoso grupo de danza, con logros a nivel nacional, que tuviera como monitora a la hoy directora de la Casa de Cultura Municipal, Gelsy Vigil Morales. Todo ello aparejado a la encomiable labor que los consagrados bibliotecarios de entonces desarrollaban en el servicio al público y la proyección de la Biblioteca hacia la comunidad, siendo de memoria obligada recordar incluso la creación de la primera Biblioteca de montaña en el país en Chivirico, en el actual municipio Guamá, en 1973; y luego la creación del sistema de Bibliotecas Públicas, que hoy cuenta con 31 instituciones de este tipo en la provincia. Los que nacimos en esas décadas en Santiago, me atrevería a aseverar que la gran mayoría, crecimos oyendo las Historias y narraciones de Toña, nuestra querida Antonia Alonso Baldonado en la maravillosa Sala Infantil de la Biblioteca, o bien las largas jornadas de estudio en la Sala General; o el círculo filatélico al que asistí en la Elvira Cape, con el profesor Ricardo Novoa.

    Los años del crudo período especial, como a todas las instituciones del país, pasaron una costosa factura a las Bibliotecas, por los cuantiosos recursos que demandan este tipo de instituciones y la Elvira Cape no fue la excepción. Tocó reinventarse y buscar nuevos modos de hacer, nuevos caminos, sin renunciar nunca al libro y a la promoción de la lectura como vías eficaces para la formación de valores y la creación de conocimientos.

    Han transcurrido casi treinta años y la Biblioteca continuó su hacer, a veces más, a veces menos, pero afianzada en el tiempo y con la condición oficial, desde 2001, de segunda depositaria del patrimonio bibliográfico nacional, la que ha sido necesario salvar y preservar por lo que ello representa en prestigio, reconocimiento y responsabilidad social con la cultura nacional.

    Con esa premisa y ese compromiso, a mediados del presente año, la Biblioteca Elvira Cape ha asumido el enorme reto de ser, en circunstancias también difíciles, pero ante el reclamo constante de la intelectualidad santiaguera, no quedaba otra opción que volver a visualizar desde el hacer, a la segunda depositaria, ahora como “Catedral del conocimiento” y se ha logrado revitalizar la programación cultural de la institución con 16 nuevos espacios, tan significativos como El Autor y su Obra, modesto aporte para engrandecer a nuestros escritores; la creación de la Cátedra Arte, Cultura, Historia y Patrimonio, en este momento con cuatro ciclos de conferencias abiertos, como franco espacio de crecimiento profesional y superación postgraduada, con  el concurso de valiosos académicos de nuestra Casa de Altos Estudios, la UO; el espacio La Hora del Cuento, que convoca decenas y centenares de infantes cada sábado en la mañana para jugar, crecer, aprender y aprehender por medio de la lectura; el proyecto En el Bolsillo del Duende, con la cantoría infantil Vox Melodía de la Biblioteca; el Taller de narración oral para niños; además de las magníficas exposiciones bibliográficas, fotográficas y hemerográficas que tienen lugar de forma casi constante. Todo ello además con el patente compromiso de la publicación desde la Biblioteca del primer libro sobre la vida y obra de Doña Elvira Cape, como deuda indeleble de Santiago de Cuba, por el enorme aporte de esta Hija Predilecta de la ciudad a su cultura.

    A la vez que la Biblioteca perfecciona e incrementa su actividad cultural, acomete un interesante trabajo con la adquisición y procesamiento de miles de títulos nuevos, que de forma acelerada están engrosando los fondos de la institución; la creación de una Revista Digital; la digitalización de fondos patrimoniales para su preservación; la superación de los Recursos Humanos en estudios universitarios, programas de maestría y doctorados; el mantenimiento y reparación del edificio para su uso óptimo, son solo algunos de los muchos elementos que podríamos exhibir en el presente. Todo ello aparejado a la creación, el pasado 30 de junio de la nueva Sala Martí; y hoy, la inauguración de la nueva Sala Cubana Emilio Bacardí Moreau, otrora Sala de Fondos Raros y Valiosos; ambos espacios como pilares fundamentales para el fomento de la cultura, la extensión bibliotecaria y el aporte al programa nacional de la memoria histórica.

    Es hoy la Biblioteca Provincial Elvira Cape, sin lugar a dudas, un centro singular de la cultura en Santiago de Cuba, un verdadero centro cultural, que con su quehacer diario aspira a llegar a sus sesenta aniversarios como Biblioteca Provincial en diciembre de 2023; y a sus 125 años aportando a la cultura cubana, en febrero de 2024. Es por ello que estamos dejando inaugurado hoy un año de celebraciones por ese aniversario 60, con muchas expectativas y satisfacciones, pero no conformes con lo logrado aún, pues queda mucho por hacer, pues teniendo como concepción fundamental la del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, cuando en el marco del IV Congreso de la UNEAC, en 1988, se refería a la cultura y cito: ¿Lo que hemos es suficiente? Nos responderíamos inmediatamente que no. Podríamos preguntarnos si tenemos derecho a dormirnos en los laureles de los éxitos, de los esfuerzos realizados, que fueron, desde lo que se recordó aquí de la alfabetización, hasta el extraordinario cúmulo de hechos y de actividades, incluso de éxitos de la Revolución en el campo cultural. Pero si uno analiza esa historia y la analiza con un sentido crítico, tiene que reconocer que, en la cultura, no podemos estar satisfechos con lo que hemos hecho, y tenemos que sacar la conclusión de que podíamos haber hecho mucho más… Mirada crítica la de Fidel en aquel Congreso, que muestra hoy una vigencia extraordinaria, desde su visión optimista, removedora de conciencias y revolucionaria.

    Estamos haciendo la Biblioteca del siglo XXI, estamos creando la Biblioteca en Revolución y la Revolución en la Biblioteca. A esos esfuerzos nos encaminamos y confiamos siempre en el apoyo y la confianza de nuestras autoridades, de la intelectualidad santiaguera, pues esta es “su casa” y a toda la comunidad santiaguera y cubana, para quienes trabajamos con amor y entrega. Los sucesos históricos no pueden prepararse ni llevarse a cabo sin un cuidado exquisito, calculando con la mayor precisión posible el instante, los resultados y los elementos, decía nuestro Apóstol Nacional José Martí, y estamos frente a un suceso histórico y los trabajadores de la Biblioteca Elvira Cape hoy nos enorgullecemos y hacemos nuestras las palabras del Maestro. Muchas gracias.

    Equipo Editorial

    Equipo Editorial

    El personal editorial de Claustrofobias Promociones Literaria esta coordinado por dos amantes del mundo literario cubano. Yunier Riquenes, escritor y promotor cultural y Naskicet Domínguez, informático y diseñador.

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