
No hubo molote, gente aglomerada, tickets, ni policía custodiando la cola en la presentación. Unos cuantos se quedaron esperando por Leonardo Padura para que les firmara algún libro. El Premio Nacional de Literatura 2012 andaba fuera de Cuba y en la Gran Librería se vendieron dos de sus títulos: Aquello estaba deseando ocurrir y La neblina del ayer.
Los cuentos que integran Aquello estaba deseando ocurrir, Editorial Capiro, están firmados entre 1985 y 2001 y presentan al Padura cuentista; sin embargo, no se aleja en estos relatos del Padura periodista, el que ve por la hendija de la puerta lo que está afuera en la realidad cotidiana de Cuba.
La neblina del ayer, publicada por Ediciones Unión trae a los lectores a un personaje conocido: Mario Conde. El protagonista de la serie novelesca Las cuatro estaciones se gana la vida como comprador y vendedor de libros viejos.
Los títulos se suman a las reediciones de La novela de mi vida, Ediciones Matanzas y La cola de la serpiente y Adiós Hemingway, editorial Ácana, que se realizaron el pasado año y se presentaron también en la Feria del Libro de La Habana.
Por suerte Padura regresa para los lectores cubanos en una especie de fenómeno. Los lectores ven su nombre, sus títulos, se preguntan: ¿qué tendrán los libros de este hombre? y se abalanzan sobre él. A veces cargan de dos en dos, o más.