
La Casa se abre al teatro y sus símbolos. Aquí se encuentran donaciones de los más importantes dramaturgos cubanos. Aquí se junta información para pensar un país. Se guardan programas de mano, afiches, vestuario. Aquí Pelusín del Monte y Virgilio Piñera te miran y te esperan. Te desafían. Los que aquí trabajan saben lo que vale archivar, como el oro de los días. La Casa de la Memoria Escénica se abre bien temprano como si fuera tu casa. Casa, libros, teatro… qué mejor lugar para rendir homenaje a Eugenio, Eugenio Hernández Espinosa, el Premio Nacional de Teatro 2005.