Juan Jacobo, quien llega a la adolescencia en los años duros de la Revolución, de reciente triunfo y arraigo en el tractus novelado. La confrontación de este joven con su medio social de las décadas de 1960 y 1970, la amistad con Abel, su profesor de Literatura y coprotagonista, pudieron ser narradas en casi cualquier sitio del mundo coetáneo. Es una historia de intolerancias e incomprensiones, de miedo púber ante la vida, de formación vocacional frente a frustraciones y recelos. Lo novedoso aquí resulta ser la manera en que se relata la historia, el prodigioso sentido poético que cobran las circunstancias aun en sus momentos menos hermosos por dramáticos, y el arrojo narrativo que entrelaza relatos al parecer separados del desarrollo principal del acontecimiento, en una época de antagonismos y dispersiones